Andrei Friedmann y Gera Taro |
Andrei Friedmann (más tarde conocido como Robert Capa 19133-1954) nació en Budapest, en el seno de una familia judía acomodada. Fue un estudiante rebelde y se relacionó con el Partido Comunista, lo que le llevó a la cárcel. Posteriormente se vio obligado al exilio bajo amenaza de las autoridades húngaras. Friedmann se marchó a Berlín para estudiar periodismo pero pronto se quedó sin recursos económicos por lo que se puso a trabajar como asistente en la Agencia Dephot. Simon Gutmann, fotógrafo jefe de la agencia, al verse sin fotógrafos disponibles en aquel momento le prestó una Leica para que realizara su primer reportaje sobre el discurso de Leon Trotski en Copenhague (1932). El resultado fue lo bastante bueno como para que comenzara a trabajar de reportero.
Sin embargo, tras la ascensión de los nazis al poder en 1933, Friedmann tuvo que irse de Alemania. Emigró a París, donde conoció a otros fotógrafos, entre ellos los dos que se convertirían en sus amigos inseparables: Chim (David Szym, que cambiaría su nombre por Seymur) y Henri Cartier Bresson. Friedmann tuvo dificultades para encontrar trabajo debido a que, junto a los ya instalados en un país de tradición fotográfica, un nutrido grupo de fotógrafos extranjeros que huían del este intentaban instalarse en Francia.
En parís también conoció a la joven Gerda Taro que trabajaba para una agencia fotográfica. Juntos crearon la leyenda de Robert Capa. Taro fingió ante Lucien Vogel, redactor jefe de Vu, ser representante de un famoso reportero norteamericano llamado Robert Capa que se encontraba de paso en París. Su engaño sería poco después descubierto pero Capa ya se había ganado el favor de Vogel. Taro y Capa se marcharon a España nada más comenzar la guerra, uniéndose a ellos más tarde David Seymur "Chim".
Durante la Guerra Civil Española Capa captura el instante, mientras el resto huye despavorido, él se mantiene en su puesto para captar los cuerpos en movimiento y los rostros atemorizados, la tensión del momento. Hará célebre la máxima: “si tus fotografías no son lo suficientemente buenas es que no estás los suficientemente cerca”.
Uno de los momento más amargos para Capa fue la muerte de su pareja Gerda Taro, aplastada por un tanque en Brunete cuando regresaba de cubrir el frente en Guadalajara. Según los biógrafos de Freidmann, nunca llegó a recuperarse de la muerte de Taro de la que se enteró por la prensa al coincidir con un viaje de entrega de material a París. Asimismo, afirman que este hecho pudo estar relacionado con su arriesgada y osada manera de vivir su trabajo como reportero en sucesivos conflictos: la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y la de Indochina. En este último conflicto encontró la muerte pisar una mina.
La labor de Taro como reportera aún no está muy delimitada puesto que sus constantes trabajos en común con Capa y “Chim” han hecho difícil la tarea de diferenciar la obra realizada por unos o por otros. Sus reportajes se publicaron fundamentalmente en Ce Soir y Regards.
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